Por Hazel Zitacuaro Bulbarela
Queríamos encontrar algo nuevo así que decidimos ir a Chocaman, al llegar al pueblo nuestro amigo el Prof. Maximino Maximiliano nos invitó a conocer uno de los lugares que más historia encierran en su municipio y donde la naturaleza pareciera que no ha sido tocada por el hombre: el cerro de “Chocaman Viejo” en la comunidad de Tepexilotla.
Nos subimos a una camioneta rural y con tan solo $10 llegamos a la comunidad de la que tanto nos habían hablado, durante el recorrido disfrutamos de paisajes inigualables como el de la Barranca del Metlac, así que sin tantita pena paramos al chofer unos minutos para descender un poco y observar el maravilloso nacimiento de agua totalmente cristalina que brota de en medio de las raíces de un árbol que se presume lleva decenas de años en pie.
Seguimos con el recorrido hasta que llegamos a Tepexilotla, y nuestro nuevo amigo Don Pedro Vázquez de la Cruz nos recibió para contarnos todas las leyendas y magia que guarda su comunidad.
Pudimos conocer el cerro donde vivía el gran Rey Man quien gobernaba esas tierras, y los vestigios del fortín que se construyó en 1512 con motivo de las rebeliones en Auilizapan durante la conquista, Don Pedro nos contó que en uno de los enfrentamientos los españoles derrotaron a su gente y Man al ver su pueblo en llamas, se retiró al cerro a llorar mientras sus súbditos exclamaban "amo choca man": ya no llores, Man; tradición oral que nos hace creer que de ahí nace el nombre del municipio.
Además de la historia del lugar pudimos conocer piedras arqueológicas como la Piedra del Conejo, encontrada en el mismo cerro y que ya ha sido estudiada por arqueólogos de la UNAM, quienes han descifrado el mapa de cultivo que tiene en la parte superior de monolito, en la que nuestros antepasados podían saber de acuerdo a la lluvia las mejores temporadas para realizar sus siembras.
La historia y todos los atractivos eco turísticos de la zona son cuidados por habitantes de ahí, que por cierto ya se han organizado y tienen una sociedad a favor de la promoción turística y cuidado del medio ambiente de la misma comunidad, cuentan con guías turísticos donde ya participan niños capacitados, la zona es ideal para practicar el camping y el senderismo, tienen su propio restaurante con comida típica del lugar y hasta deleitar el oído puedes hacer con la banda infantil “Sonidos de Niebla”
Una excelente opción para el descanso, la meditación y el reencuentro con nuestra historia, por algo le dicen “Tepexilotla, la magia de la naturaleza detrás de las montañas”.
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