Por Hazel Zitacuaro Bulbarela
En Tomatlan puedes tomar clases
de pintura, de danza, de música, leer en la biblioteca, visitar el museo de
arqueología y la exposición de máscaras tradicionales, todo en un solo lugar:
La Casa de Cultura, pero… ¿Ustedes sabían que ese lugar anteriormente era la
estación del tren El Huatusquito?
Pues el equipo de Altas Montañas
no quiso dejar pasar la oportunidad de conocer un poco más sobre este lugar y
es que es imposible no admirar la arquitectura del lugar, con su piso de piedra
de cantera, sus pequeñas gárgolas y unas vías originales del tren que están por
colocarse, además de dos murales representativos de la historia y cultura de
Tomatlan.
Al entrar al lugar podemos
encontrar una exposición fotográfica del Huatusquito y don Román Fitta,
cronista de la ciudad, se encargará de transportarte a través de la historia y
contarte como el Huatusquito no solo era el encar
gado de impulsar la economía
de los lugares por donde caminaba, sino que fue dejando rastro en todos los
aspectos, tanto sociales como culturales, pues los abuelitos aún recuerdan a
Don Panchito Carballido, maquinista del Huatusquito, señor ojo alegre que dejó
descendencia en los pueblos donde paraba su tren y padre del famoso dramaturgo
Emilio Carballido.
Podrás ver algunas fotografías
más de artistas originarios de Tomatlan, músicos de las tradicionales bandas de
viento y compositores de trova de los ayeres, además de un collage del primer
viacrucis que se representó en vivo en el pueblo.
Arriba encontraras una exposición
de máscaras de las danzas de los Santiagos representativas del lugar y un
tesoro invaluable que no todos tenemos el placer de tener en nuestras ciudades:
Un museo arqueológico. Ahí puedes adentrarte en la cultura olmeca,
ver utensilios que usaban nuestros antepasados, figuras pequeñas y algunas más
grandes, una cabeza que representa a un gobernante con parálisis facial y
muchas cosas más.
Por cierto, no olvides preguntar
el misterio que encierra “El Vigilante” del museo… eso lo guardamos en secreto
y te lo dejamos de tarea.
¡Visita Tomatlan!
